“Llegamos a esto porque vimos que la playa necesitaba un tratamiento adicional del que tiene. Se analizó el tema de comenzar a mantener la rambla y allí comenzó todo. La reparamos, se hicieron cambios estructurales para dejarla de la mejor forma. Allí vimos la necesidad de reforzar los bancos y ponerle cestos que no había ninguno en toda su extensión. Este prototipo surgió de la misma demanda porque se necesitan muchos más cestos de los que hay hasta ahora, insisto que es una prueba piloto. Se colocaron solo tres para probar. Tuvimos la colaboración de los concesionarios de playa. Nos reunimos porque sintieron que el municipio hizo presencia en la rambla, agradecieron eso y decidieron contribuir para colocar cestos en la zona de su concesión. No vamos a terminar este año, pero creo que si funciona bien, los implementaremos el año próximo”, explicó Marcos Komac. Los tachos se obtienen o se compran, la herrería es reciclada, la estructura se obtiene de los materiales que son desechados. La madera es de la misma rambla que se destina para cambiar aquellas que están en mala condición o tiene una parte deteriorada. Con esos restos se hace la estructura para colocarlos en la misma rambla. Hay otro modelo de cesto con estructura de caños que se entierran en la arena de la playa. Estos cestos pueden girar sobre un eje para ser descargados sin dificultad. Para este trabajo Komac organizó un pequeño taller de herrería con dos operarios encargados de armar las estructuras y reciclar los materiales.